Heath's Modern Language Series: Spanish Short Stories - LightNovelsOnl.com
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--Pues dejadnos solos.
Todos se alejaron.
--Ahora dime la buenaventura--exclamo el ladron, tendiendome la mano.
Yo se la cogi;{34-3} medite un momento; conoci que estaba en el caso de hablar formalmente, y le dije con todas las veras de mi alma:
--_Parron_, tarde que temprano, ya me quites la vida, ya me la dejes..., moriras ahorcado!
--Eso ya lo{34-4} sabia yo... (respondio el bandido con entera tranquilidad.)--Dime _cuando_.
Me puse a cavilar.
Este hombre (pense) me va a perdonar la vida; manana llego a Granada y doy el _cante_; pasado manana lo cogen... Despues empezara la sumaria...
--Dices que{34-5} _cuando_? (le respondi en alta voz.)--Pues mira! va a ser el mes que entra.
_Parron_ se estremecio, y yo tambien, conociendo que el amor propio de adivino me podia salir por la tapa de los sesos.{34-6}
--Pues mira tu, gitano... (contesto _Parron_ muy lentamente.) Vas a quedarte en mi poder...--Si en todo el mes que entra no me ahorcan, te ahorco yo a ti, tan cierto como ahorcaron a mi padre!--Si muero para esa fecha, quedaras libre.
--Muchas gracias! (dije yo en mi interior.) Me perdona... despues de muerto!{35-1}
Y me arrepenti de haber echado tan corto el plazo.
Quedamos en lo dicho: fui conducido a la cueva, donde me encerraron, y _Parron_ monto en su yegua y tomo el tole por aquellos brenales...
--Vamos, ya comprendo... (exclamo el Conde del Montijo.) _Parron_ ha muerto; tu has quedado libre, y por eso sabes sus senas...
--Todo lo contrario, mi General! _Parron_ vive, y aqui entra lo mas negro de la presente historia.
II
Pasaron ocho dias sin que el capitan volviese a verme. Segun pude entender, no habia parecido por alli desde la tarde que le hice la buenaventura; cosa que nada tenia de raro, a lo que me conto uno de mis guardianes.
--Sepa V. (me dijo) que el jefe se va al infierno de vez en cuando, y no vuelve hasta que se le antoja.--Ello es que nosotros no sabemos nada de lo que hace durante sus largas ausencias.
a todo esto, a fuerza de ruegos, y como pago de haber dicho la buenaventura a todos los ladrones, p.r.o.nosticandoles que no serian ahorcados y que llevarian una vejez muy tranquila, habia yo conseguido que por las tardes me sacasen{35-2} de la cueva y me atasen a un arbol, pues en mi encierro me ahogaba de calor.
Pero excuso decir que nunca faltaban a mi lado un par de centinelas.
Una tarde, a eso de las seis, los ladrones que habian salido de _servicio_ aquel dia a las ordenes del _segundo de Parron_, regresaron al campamento, llevando consigo, maniatado como pintan a nuestro Padre Jesus Nazareno, a un pobre segador de cuarenta a cincuenta anos, cuyas lamentaciones partian el alma.
--Dadme mis veinte duros! (decia.) Ah! Si supierais con que afanes los he ganado! Todo un verano segando bajo el fuego del sol!... Todo un verano lejos de mi pueblo, de mi mujer y de mis hijos!--Asi he reunido, con mil sudores y privaciones, esa suma, con que podriamos vivir este invierno!... Y cuando ya voy de vuelta, deseando abrazarlos y pagar las deudas que para comer hayan hecho aquellos infelices, como he de perder ese dinero, que es para mi un tesoro?--Piedad, senores!
Dadme mis veinte duros! Dadmelos, por los dolores de Maria Santisima!
Una carcajada de burla contesto a las quejas del pobre padre.
Yo temblaba de horror en el arbol a que estaba atado; porque los gitanos tambien tenemos{36-1} familia.
--No seas loco... (exclamo al fin un bandido, dirigiendose al segador.)--Haces mal en pensar en tu dinero, cuando tienes cuidados mayores en que ocuparte...
--Como!--dijo el segador, sin comprender que hubiese{36-2} desgracia mas grande que dejar sin pan a sus hijos.
--Estas en poder de _Parron_!
--_Parron_... No le conozco!... Nunca lo he oido nombrar... Vengo de muy lejos! Yo soy de Alicante, y he estado segando en Sevilla.
--Pues, amigo mio, _Parron_ quiere decir{37-1} la _muerte_. Todo el que cae en nuestro poder es preciso que muera.{37-2} Asi, pues, haz testamento en dos minutos y encomienda el alma en otros dos.--Preparen!
Apunten!--Tienes cuatro minutos.
--Voy a aprovecharlos... Oidme, por compasion!...
--Habla.
--Tengo seis hijos... y una infeliz...--dire _viuda_..., pues veo que voy a morir...--Leo en vuestros ojos que sois peores que fieras... Si, peores! Porque las fieras de una misma especie no se devoran unas a otras.--Ah! Perdon!... No se lo que me{37-3} digo.--Caballeros, alguno de ustedes{37-4} sera{37-5} padre!... No hay un padre entre vosotros? Sabeis lo que son seis ninos pasando un invierno sin pan?
Sabeis lo que es una madre que ve morir a los hijos de sus entranas, diciendo: Tengo hambre..., tengo frio?--Senores, yo no quiero mi vida sino por ellos! Que es para mi la vida? Una cadena de trabajos y privaciones!--Pero debo vivir para mis hijos!... Hijos mios! Hijos de mi alma!
Y el padre se arrastraba por el suelo, y levantaba hacia los ladrones una cara... Que cara!... Se parecia a la de los santos que el rey Neron echaba a los tigres, segun dicen los padres predicadores...
Los bandidos sintieron moverse algo dentro de su pecho, pues se miraron unos a otros...; y viendo que todos estaban pensando la misma cosa, uno de ellos se atrevio a decirla...
--Que dijo?--pregunto el Capitan general, profundamente afectado por aquel relato.
--Dijo: Caballeros, lo que vamos a hacer no lo sabra nunca _Parron_...
--Nunca..., nunca...--tartamudearon los bandidos.
--Marchese V., buen hombre...--exclamo entonces uno que hasta lloraba.
Yo hice tambien senas al segador de que se fuese al instante.
El infeliz se levanto lentamente.
--p.r.o.nto... Marchese V.!--repitieron todos, volviendole la espalda.
El segador alargo la mano maquinalmente.
--Te parece poco? (grito uno.)--Pues no quiere su dinero!{38-1}--Vaya..., vaya... No nos tiente V. la paciencia!
El pobre padre se alejo llorando, y a poco desaparecio.
Media hora habia transcurrido, empleada por los ladrones en jura.r.s.e unos a otros no decir nunca a su capitan que habian perdonado la vida a un hombre, cuando de p.r.o.nto aparecio _Parron_, trayendo al segador en la grupa de su yegua.
Los bandidos retrocedieron espantados.
_Parron_ se apeo muy des.p.a.cio, descolgo su escopeta de dos canones, y, apuntando a sus camaradas, dijo: